Espiritualidad

El hombre es desgraciado y no comprende que es feliz, ignora la felicidad interna ya que está sometido a un encierro mental y en el cual sólo se puede ver lo externo y superficial del mundo. Por ello cuando nos enfrentamos a la muerte de un ser amado, nos aferramos a materiales que nos provocan una falsa sensación de felicidad, intentando así evadir la realidad de la muerte.

Toda la humanidad es trágica en el sentido de que sufrimos y hacemos mayoritariamente el mal o nos vemos afectados por este. Los hombres racionales aún más están bajo el poderío mental y carecen de espiritualidad. Ser racional no significa ser un físico-matemático, es más la ignorancia acerca de otras posibilidades que parecen absurdas y desde el punto de vista racional, debemos dejarnos llevar por la lógica en vez del instinto.

La mente y el cuerpo son la prisión del alma, no nos dejan llegar a la plenitud espiritual. Pero el encierro de nuestro verdadero ser es temporal, pues será liberado a la hora de morir. Ahí llegará a un estado de divinidad plena, todo recuerdo terrenal será insignificante. Pues estaremos en lo profundo, en donde la Ciencia apenas ha logrado escudriñar. Yo denomino a este proceso “El grial” pues refleja la búsqueda de la santidad en las leyendas del Rey Arturo y sus caballeros. Ósea es el encuentro con Cristo. Es por ello que en vida, debemos seguir el dogma de la Iglesia. Pues esta se mantiene firme y es una guía a la luz.

Alberto Plaza - Bandido

Esta música es tuya,
tus versos, tu poesía,
yo de tanto pensar en ti,
llegué a creer que eran mías.

Palabras de amor,
acordes y melodías,
que robé de tu corazón,
y ahora son mi alegría.

Porque soy un perfecto bandido,
que ha tomado tu amor por asalto,
porque vivo en tu nube subido,
y cada día contigo puedo volar un poco más alto.

Esta página es tuya,
y es tuya la fantasía,
derramada sobre un papel,
aquí estás vida mía.

Mi voz es tu voz,
mis manos también son tuyas,
yo escribo estas líneas
pero tú las inspiras.

Porque soy un perfecto bandido,
que ha encontrado en tus brazos descanso,
has posado tu risa en mi llanto,
relegando al olvido, la pena, el dolor y el espanto.

Porque soy un perfecto bandido,
que ha tomado tu amor por asalto,
porque vivo en tus besos cautivo,
¿qué más puedo pedir?
¿qué más puedo pedir?

Porque soy un perfecto bandido
que ha tomado tu amor por asalto
porque vivo en tus besos cautivo
¿qué más puedo pedir?
¿qué más puedo pedir?