sábado, 24 de noviembre de 2007

La Fe

Dios es un ser divino capaz de realizar todo tipo de acciones, su poder no tiene limite y su origen es desconocido, aunque supiéramos los inicios del altísimo y el universo, nuestra mente mortal, no sería capaz de comprender.

Los hombres, reiteradamente buscamos respuestas a todo, la curiosidad es una de nuestras mayores deficiencias, además somos débiles y con poca fuerza de voluntad.

Siempre terminamos por caer en las trampas de Lucifer el ángel caído y corrompido por la envidia. Somos cándidos y ciegos, Jesús siempre ilumina a los hombres, pero estos no logran visualizar su luz santa, como consecuencia se pierden en las fauces de la bestia, quien los devora y oscurece sus mentes con maldad.

Nuestra fe en Dios, es la única arma capaz de ahuyentar al demonio y sus ángeles corruptos, no debemos dejarnos influenciar por ellos. Creemos fielmente en la luz sagrada y desvanecemos las tinieblas con la lealtad hacia el Santo Padre.

Solo a Dios le otorgamos nuestro espíritu y cuerpo, para que seamos fieles seguidores de su palabra y como recompensa estaremos en el glorioso reino celestial, en el cual las almas transparentes y puras llegaran a brillar y cantar canciones de devoción al Señor.

Terminemos con los actos malditos y beneficiemos nuestra alma con bondad y amor.

3 comentarios:

VINCERES (resg) dijo...

"(...)Jesús siempre ilumina a los hombres, pero estos no logran ver su luz santa como consecuencia se pierden en las fauces de la bestia(...)"

¿Tú la has visto? ¿Tú la sigues? ¿Tú no caes en las trampas de 'Luxfero'? no sé... te encuentro razón en lo que dices, pero no me choca (por así decirlo) que a veces hables en tercera persona. Me explico, está bien sentirse hijo de Dios y querer el bien mundial y la salvación para todos, pero está mal acusdar a los demás de pecadores y negar que uno igual lo es (eso es lo que s eproduce cuando hablas en tercera persona).

Veamos si este ejmplo de San Lucas lo explica mejor:

"Parábola del fariseo y el publicano

18:9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
18:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. "


No sé si entiendes.

Anónimo dijo...

Tal vez suene un poco chocante al usar tercera persona al dar su mensaje, pero así le debió resultar más fácil escribir el texto y no creo que sus intenciones hayan sido las de mostrarse superior, pues muy por el contrarío, yo diría que también se incluyo como receptor de su mensaje, aunque suene algo bizarro.

No cuento con mucho tiempo para escribir así que solo dejare este breve mensaje, supongo que este blog lo has creado con el solo propósito de escribir hacía un publico religioso, así que no molestare más.

Anónimo dijo...

vaya relamente me sorprende tu religiosidad de veras sigue asi y llegaras a ahcer un gran preicador en el mundo yo soy de las personas q simplemente cren pero no hacen nada para proclamara la palabra de dios no nace de mi
bno era solo eso
me gusto tu texto y lo q mas me gusto fdue eso de luz y oscuridad lo encuentro muy cierto la debiulidada de todos incluyendome es eso de ver para creer


chao



Arielox