Siento el viento del desierto como varios cuchillos cortándome. El sudor recorre mi espalda desnuda y termina mezclándose con la sangre de mis heridas. Mis ojos cansados ya no ven esperanza en el camino y solo me dejo caer en la arena, como un hombre derrotado. Los buitres que vuelan en los cielos me acechan, en ellos veo a la muerte y el miedo se apodera de mí.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
El predicador
sábado, 24 de noviembre de 2007
La Fe
Dios es un ser divino capaz de realizar todo tipo de acciones, su poder no tiene limite y su origen es desconocido, aunque supiéramos los inicios del altísimo y el universo, nuestra mente mortal, no sería capaz de comprender.
Siempre terminamos por caer en las trampas de Lucifer el ángel caído y corrompido por la envidia. Somos cándidos y ciegos, Jesús siempre ilumina a los hombres, pero estos no logran visualizar su luz santa, como consecuencia se pierden en las fauces de la bestia, quien los devora y oscurece sus mentes con maldad.
Solo a Dios le otorgamos nuestro espíritu y cuerpo, para que seamos fieles seguidores de su palabra y como recompensa estaremos en el glorioso reino celestial, en el cual las almas transparentes y puras llegaran a brillar y cantar canciones de devoción al Señor.

